martes, 23 de junio de 2009

Los Alloa de Vigone, Pancalieri, Macello y Pinerolo


La pequeña ciudad de Vigone, al igual que Pancalieri, Macello y Pinerolo, está ubicada en la llanura subalpina que se extiende, en forma triangular, entre Pinerolo, Turín y el río Po. A diferencia de Carmagnola, estas cuatro ciudades nunca se encontraron bajo el dominio de los marqueses de Saluzzo, sino que su suerte ha seguido, a través de los siglos, las vicisitudes de la casa de Saboya, de cuyos dominios siempre han sido parte integrante.

La carretera que une Carmagnola con Pancalieri, Vigone, Macello y Pinerolo, en dirección O. constituye desde antiguo una de las vías de comunicación más importantes que, atravesando el río Po, recorre la llanura piamontesa que se extiende al sur de la ciudad de Torino. En efecto, a relativa poca distancia de Carmagnola hacia el este, la planicie cede el paso a las colinas de las Langhe. Y en el otro extremo de este eje, donde se encuentra la ciudad de Pinerolo, comienzan los Alpes, por cuyos elevados valles se llega a la frontera con Francia. Todo lleva a pensar que ésta es la ruta seguida por una de las ramas de la familia Alloa que, como ya hemos visto, abandonan Carmagnola a fines del siglo XV y comienzos del XVI.

La ciudad de Vigone se encuentra en la Provincia de Turín, a 36 km al S.-O. de la capital provincial. Sus frazioni son: Angiale Bassa, Graneris, Gunia Alta, Maniciarda, Quintanello, Ruscarda, Treppellice, Via Vecchia y Zucchea.

Los apellidos más frecuentes de Vigone son: Ferrero, Druetta, Bessone, Bertero, Pampiglione, Pautasso, Grosso, Viotto, Aiassa y Bertolotto. Exceptuando Aiassa, todos estos apellidos pertenecen a personas emparentadas con los Alloa de Vigone o con sus descendientes de la Argentina.

Si bien en la historia de Vigone, como expresa C. Cappelletti, nos es posible remontarnos hasta el año 1000, los primeros datos –al menos eclesiásticos– de los Alloa presentes en dicha localidad piamontesa se sitúan a partir del siglo XVI.

“La etimología del topónimo Vigone, cuyo origen se pierde en la noche de los tiempos, nos proporciona preciosa información. Al parecer, Vigone deriva de la forma latina Castrum Guidonis o Vicus Guidonis, posteriormente transformadas en Vigudono, Vigdono y Vigono. El nombre Guido, del que deriva Vigone, sería el de un señor franco o longobardo, de antes del siglo X, a quien algunos identifican con un cierto Guido, marqués de Ivrea, hijo de Berengario II. Vigone sería pues un nombre de origen bárbaro. Desafortunadamente nos es imposible remontarnos más lejos en el tiempo, ya que antes del año 1000, exceptuando los Diplomi Ottoniani y los mapas del Prof. Cipolla, no existían documentos auténticos y fidedignos. Otros autores, por el contrario, sostienen que los primitivos habitantes de Vigone proceden del antiguo pueblo guerrero de los Vagienni, que habitaban la orilla izquierda del Po, y que Vigone era una colonia de la Augusta Vagiennorum, la actual Bene Vagienna. En las crónicas de Gustavo Stroffarello leemos que Vigone fue parte de los dominios de los marqueses de Turín, también llamados marqueses de Susa. El emperador Conrado lo concedió en 1026 a Bosone y Guidone, hijos de Arduino, marqués de Ivrea. Sin embargo, tres años después, el marqués y legítimo señor Olderico Manfredo lo cedió a la abadía de San Justo de Susa. En 1212 pasó a manos del Conde Tomás de Saboya, a quien le sucedieron posteriormente, en el siglo XIV, los Príncipes de Acaia. En 1412, Vigone volvió a integrar las posesiones de la rama principal de los Saboya.” (C. Cappelletti, op. cit., mi traducción, H. A.)

En 1522, Vigone es escenario de la reunión de los tres Estados Generales Piamonteses. Tal como lo consigna el Padre G. P. Mattalia, el pueblo sufre posteriormente, en reiteradas ocasiones, serios daños causados por los franceses, como asimismo por la peste, que siembran la desolación en 1598 y 1599.

El 4 de octubre de 1592, el general Lesdiguières, al mando de un ejército de hugonotes, consigue trasponer las murallas de Vigone, levantadas en 1390 para defensa del lugar, y destruye las torres de las mismas. Debido a la traición de un vecino de la ciudad, se perpetra entonces una verdadera masacre, y pese a la valiente resistencia del ejército de los Saboya, el general francés incendia la Iglesia de Santa María del Borgo.

Entre 1545 y 1563 se celebra el Concilio de Trento, convocado por el papa Paulo III, en el que se instituye, entre otras cosas, que todas las parroquias deberán en lo sucesivo llevar registro escrito de los sacramentos impartidos en ellas: bautismo, confirmación, matrimonio y defunción de los feligreses.

No es de extrañar entonces que las primeras actas eclesiásticas correspondientes a los Alloa de Vigone nos sitúen en la segunda mitad del siglo XVI. En el período que se extiende entre 1558 y 1576 nacen: Bartolomeo (1558), Michele (1560), Francesca (1565), Caterina (1572) y Francesco (ca 1576), hijos de Tommaso Alloa (n. 1533, hijo de Pietro Alloa y casado con Anna Maria in Alloys), el cual, según el acta bautismal del primero de sus hijos, tiene veinticinco años al nacimiento de éste. ¿Era Tommaso, padre de estos cinco Alloa de Vigone, oriundo de esta ciudad o bien forastero? ¿Procedía de Carmagnola, en donde se había producido la suerte de diáspora a la que nos hemos referido anteriormente? O ¿sería su padre u otro antepasado suyo el que habría abandonado aquella ciudad y se habría radicado en Vigone? No podemos, desafortunadamente, dar una respuesta certera a ninguno de estos interrogantes. Por otra parte, en la vecina ciudad de Pancalieri, según consigna el investigador Paolo Libra, figuran entre los representantes de “le più antiche famiglie di Pancalieri di 1582”: Tommaso Alloa, Anna Alloa y el hijo de ésta, Cristoforo Alloa. A decir del mencionado estudioso, estas tres vecinos de no eran nativos de Pancalieri sino que procedían de Vigone. Conforme rezan los registros catastrales de la época, Tommaso y Anna poseían, en el egido de Pancalieri, cierto número de propiedades que se describen de la siguiente manera:

FOGLIO 268 - TOMMASO ALLOA (registrato il 20 Aprile 1582) Ruata di S. Bernardino: casa con aijra, stabio, tetto e pertinenze. Via di Vigone: alteno di g. 5, t. 45, p. 9. Pietra: campo e prato di g. 1, t. 4. Pozzetto: campo di t. 94, p. 5. Pradisolla: campo di g. 1, t. 10, p. 10. Po Secco: terra di g. 1, t. 18, p. 2; terra di g. 1, t. 2, p. 2. Fosso: terra di g. 2, t. 97; terra di t. 96, p. 1. Pietra: prato di g. 1, t. 3, p. 6. Teglio: prato di g. 1, t. 74, p. 4. Vautretto: prato di t. 41, p. 4. Via di Villafranca: prato di t. 86, p. 3.

REGISTRO N. 301 (ANNO 1582) - FOGLIO 209: ANNA ALLOA (registrato il 1 Febbraio 1582; il comparente è CRISTOFORO ALLOA, in qualità di rappresentante della madre Anna). Via di Vigone: prato di giornate 1, tavole 10, piedi 3, alteno di t. 99, p. 7 Pozzetto: campo di t. 91, p. 7 Via di Carignano: alteno di g. 1, t. 12, p. 6. Pilone: campo di t. 97. Po Secco: campo di g. 1, t. 38, p. 4 , terra di g. 1, t. 12, p. 5. Gerbatio: terra di t. 46, p. 9. Vautretto: prato di t. 96, p. 5. Pietra: prato di t. 93, prato di g. 1, t. 10, p. 1.

Según refiere el ya mencionado Padre G. P. Mattalia, de la lectura del libro de cuentas de la Castellania di Vigone se desprende que el 25 de marzo de 1566 dicha castellania confiere investiduras y otros privilegios a veintiuna familias de Vigone entre las que se encuentra la de los Alloa.

Alrededor de 1570 nace en Macello, otra localidad vecina a Vigone, el “nobilis et dominus” Lorenzo Alloa, quien ejerce la profesión de causidico en la ciudad de Pinerolo. Acerca de su familia, sabemos que de su matrimonio con Maria Bonaudo nacieron cuatro hijos: Margarita (1595), Giorgio Antonio (1597), Gerolama (1599) y Cesare (1600), quienes recibieron el sacramento del bautismo en la Iglesia de San Donato de Pinerolo. Lorenzo Alloa tenía una hermana: Caterina, quien fue madrina de bautismo de la mencionada Gerolama.

Antes de proseguir, es preciso aclarar que alrededor de tres siglos antes de la existencia de la familia de Lorenzo Alloa o Aloa, al que nos hemos referido en el párrafo anterior, encontramos asimismo en Pinerolo a Nicolao de Aloys, quien aparece en el Cartario di Pinerolo fino all’anno 1300 como uno de los “borghesi” de la ciudad de Pinerolo que juran «difendere e mantenere i diritti di Beatrice [Fieschi], contessa, madre di Tomaso [III] di Savoia, in Vigone, Miradolo, Perosa e territori, mentre starà Oltremonti o nel Genovesato (14 luglio 1269); il che giurano pure molti borghesi del luogo (15 luglio 1269).» [burgueses... juran defender y mantener los derechos de la Condesa Beatriz (Fieschi), madre de Tomás (III) de Saboya, en Vigone, Miradolo, Perosa y los correspondientes territorios, mientras permanezca en Francia o en Génova (15 de julio de 1268)]. Según Gustavo Mola di Nomaglio, la forma Aloys representaría el genitivo latino de Aloa (o Alloa), lo cual se ve confirmado en no pocas actas sacramentales referentes a los miembros de la familia Alloa.

En la obra Dentro le mura - il Borgo e il Piano di Pinerolo nel consegnamento del 1428, de Marco Calliero, se hace referencia a Marchiotus Aloa, de quien se dice:

“Marchiotus Aloa de Pynarolio suo juramento consignavit se tenere in loco Pynarolii unam domum sue habitationis sitam in Plano dicti loci in via Nova, cui coherent heredis Ludovici Coste, Michael de Ayrascha et via publica.” [Trad.: Marchiotus Aloa, de Pinerolo, declaró bajo juramento tener en el lugar de Pinerolo una casa en la que vive, sita en la calle Nova de dicho lugar, lindante con las propiedades de los herederos de Ludovico Costa, Michele Airasca y calle pública.] (Mi traducción, H. A.)

Para ver la descendencia, en los siglos XVI y XVII, de los hijos de Tommaso Alloa (n. 1527, hijo de Pietro Alloa) y su esposa Anna Maria, véanse en el presente árbol: Bartolomeo.8 Alloa, Michele.0 Alloa y Francesco.3 Alloa.

El 28 de julio de 1629, las tropas francesas ocupan Vigone, Pancalieri, Lombriasco y otras tierras vecinas. Los vecinos se ven obligados a alojar en sus casas a los soldados. Deben asimismo alimentar los caballos del ejército de ocupación. La desastrosa situación sume a los campesinos en la miseria. En ese mismo año, el 4 de octubre de 1629, nace Martino Alloa, hijo de Francesco Alloa (1578) y su esposa Leonora.

En 1630 la peste vuelve a azotar la comuna de Vigone, donde provoca 1.500 muertes, y la tragedia induce a los habitantes a elegir a San Nicolás de Tolentino como protector de la ciudad. Si bien la devoción a dicho santo se remonta a 1460, año de fundación del convento de los agustinos, lo que propicia la celebración de San Nicolás es la liberación del terrible flagelo de 1630, diseminado por las tropas alemanas, y probablemente por las excesivas lluvias de 1629, que se extendien hasta el año siguiente.

En 1649, Giacomo Alloa (n. 1598, hijo de Giacomo Alloa y Aloysia) debe hacer frente a un litigio que el municipio de Vigone entabla en su contra por incumplimiento en el pago de la talla.

Las generaciones de los numerosos tataranietos y choznos de Tommaso Alloa (1527) y su esposa Anna Maria (ca 1530) cubren totalmente la segunda mitad del siglo XVII e incluso llegan hasta la segunda década del siglo XVIII.

Para ver la descendencia de Tommaso Alloa (n. 1527), véanse en el presente árbol en línea: Bartolomeo.13 Alloa, Giuseppe Pietro.0 Alloa, Stefano.8 Alloa, Maria Margarita.3 Alloa, Michele Antonio.0 Aloua y Michele.4 Alloa.

Según refiere Claudio De Consoli (1999) en su obra L’amministrazione delle armate sabaude (1560-1630), Bartolomeo Alloa (n. 1558), fundador del linaje citado supra, se desempeña como soldado a las órdenes del duque Carlos Manuel I de Saboya.

De entre sus descendientes, cabe asimismo destacar aquí la figura de su tristemente célebre nieto Gabriele Alloa, hijo de Giorgio Alloa (n. 1588) y Margarita. El 10 de agosto de 1663, un grupo de valdenses del Valle Pellice, capitaneados por Giosuè Gianavello, ataca la población de Bibiana, donde, tras los crueles actos cometidos por los soldados del duque de Saboya, tan sólo quedaban católicos. Tal como nos es referido por el Canónigo Pietro Caffaro en su obra Notizie e documenti della Chiesa pinerolese (op. cit.: 513), a la profanación del Monasterio de Castelfiore le siguieron la destrucción de las casas y la matanza de la gente, entre la que se encontraban Gabriele Alloa y dos de sus hijos, de corta edad. He aquí el relato pormenorizado del trágico hecho, escrito por Lorenzo Bernardi, juez de Bibiana, que es dado leer en los Discorsi Storici Di Cesare Cantù, contenidos en la obra Gli Eretici d’Italia (vol. III):

“El que suscribe, Lorenzo Bernardi, juez de Bibiana, certifica, dando fe de lo propio, haber procedido, en el día de la festividad de San Lorenzo pasado, es decir el 10 de agosto de 1663, al reconocimiento de los cadáveres de los muertos a manos de los rebeldes religionarios, quienes llegaron en la mañana de ese mismo día, y haber hallado los siguientes muertos, todos ellos vecinos de este lugar. M. Matteo Barbero, de condición noble, de cincuenta y cinco años de edad y a cargo de ocho hijos; Maria Bonauda, mendiga de alrededor de ochenta años de edad; Andriano y Anna Sebraro, campesinos, de catorce y trece años de edad, hijos del difunto Marcellino Sebraro; Catharina y Maria Porta, pobres y de honorables cualidades, de dieciséis y veinte años de edad, hijas de Giovanni Domenico Porta; Antonio Brissio, de condición pobre y siervo de Gerolamo Cocho, de alredor de quince años de edad; los esposos Caterino y Giovannina Borglii, jornaleros, ambos de alrededor de veinte años; Gabriele Alloa, campesino, de alrededor de cuarenta años, acompañado de dos hijos de corta edad; Andrea Chiaberto, de veinticinco años, jornalero; Giovanna Bertolta, mendiga de alrededor de setenta años; Giacomo Antonio Barone, hijo de Bartolomeo Barone, de catorce años de edad, jornalero; Madalena Ricca, campesina de veinte años de edad, hija de Bernardo Ricca y esposa de Giovanni Pietro Sebraro, grávida a punto de parir; Giouanni Francesco Smeriglio, clérigo de La Motta, […]; Maddalena y Lorenzo Verona, madre e hijo, de condición pobre y trabajadora, de sesenta y quince años de edad. Lo cual suma un total de diecisiete cadáveres, tal como se desprende de la presente acta de visita e información de reconocimiento, tras lo cual me presto, honorablemente, a cualquier requerimiento. Doy fe de lo antedicho que suscribo de puño y letra. Bibiana, a ocho días del mes de enero del año mil seiciento sesenta y cuatro. Lorenzo Bernardi, juez.” (Mi traducción, H.A.)

En 1690 estalla la guerra de sucesión de España. Pinerolo cae en manos de Luis XIV, quien domina todo el Piemonte. Tras la derrota, el 6 de agosto del mismo año, del ejército piamontés en la batalla de Staffarda, las tropas francesas se precipitan sobre Vigone y otras localidades vecinas sembrando el terror y la desolación.

Varios son los nietos de Bartolomeo Alloa (1620) que, como ya hemos visto, nacen en pleno período de guerra: Domenica (1694), Maria (1695), los mellizos Giorgio y Stefano (1697) y Giovanni Battista (1699), hijos de Giuseppe Alloa (1673), como también Anna Maria Alloa (1698), hija de Bartolomeo Alloa (1677). Los dos últimos hijos de Giuseppe nacerán varios años más tarde: Pietro Giuseppe en 1711 y Giovanni, en 1715.

En la primera mitad del siglo XVIII los franceses sitian la ciudad de Turín, de la que son finalmente expulsados en el mes de septiembre de 1706.

En 1720, el estado constituído hasta entonces por el Ducado de Saboya se tranforma en Reino de Piamonte y Cerdeña. Su primer rey es Víctor Amadeo II de Saboya.

Los dos primeros miembros de la familia Alloa que nacen en el reciente Regno di Piemonte e Sardegna son: Giovanni Maria Alloa (n. 1726, hijo de Giovanni Battista [1699] y Maria Borghino) y Maria Caterina Alloa (n. 1726, hija de Giovanni Battista [1692] y Maria in Alloa). Maria Caterina se casará el 23 de junio de 1748 con Gaspare Rosso, hijo de Michel Angelo, y traerá al mundo a Maria Rosso en 1749.

Las descendencias, hasta la cuarta generación, de: Giovanni Battista Alloa (1699 †1776) y su esposa Maria Borghino (1704 † 1784), y de Pietro Giuseppe Alloa (1711) y su esposa Domenica Maria in Alloa, cubren la totalidad del siglo XVIII y parte del XIX.

Para ver las descendencias de Giovanni Battista Alloa y Pietro Giuseppe Alloa, véanse en el presente árbol en línea: Giovanni Battista.4 Alloa y Pietro Giuseppe.0 Alloa.

En 1833 se erige la imponente Iglesia Santa Maria del Borgo, de estilo neoclásico. Es proyectada por el Ing. Giuseppe Maria Talucchi, autor del Duomo de Santhià, y su construcción se levanta sobre las bases del antiguo templo gótico de mediados del siglo XII. Su piedra basal es bendecida en 1833 pero las obras de decoración acaban sólo entre 1920 y 1930. El campanario es construido en 1777 por el arquiecto Mario Fenocchio. Entre las preciosas obras de arte que la ornamentan, podemos admirar: el Martirio de San Lorenzo del pintor Sebastiano Taricco (1641 †1710), las sillas del coro de 1771, provenientes de la antigua iglesia, la Natividad de María del pintor Pietro Ayres (1794 †1878), el Via Crucis de Carlo Felice Biscarra (1825 †1894) en la nave central.

Una mención especial merece el hermoso púlpito de madera tallada, obra del Cav. Bartolomeo Alloa (1838 † 1919, hijo de Giuseppe Alloa y Teresa Mattalia).

Otros monumentos arquitectónicos de Vigone son las antiguas iglesias Santa Maria de Ortis (siglo X), Santa Caterina (1460), Chiesa del Gesù (1644) y San Bernardino (1684), el Palazzo Comunale (siglo XVIII), el Teatro Municipale Selve (siglo XIX), la Sala dei Ricordi, obra de Carlo Piccaluga, con su rica colección de órganos del siglo XIX y reliquias históricas.

En el archivo de la parroquia de Santa Maria del Borgo se encuentran, en un antiguo armario de puertas talladas, los libros de registros –desde los de tapas modernas hasta los de hojas de pergamino, con letras pequeñas, grandes, delicadamente dibujadas o garabateadas– que contienen las actas bautismales, matrimoniales y de defunción correspondientes a catorce generaciones de la familia Alloa, desde Tommaso Alloa (1527, hijo de Pietro) hasta Bartolo Alloa (1949, hijo de Antonio Alloa y Caterina Gribaudo), último de los Alloa nacidos en Vigone.

Entre 1871 y 1900 nacen los descendientes de las tres ramas de los Alloa que aseguran la posteridad de la familia hasta nuestros días: la de Giovanni Domenico Alloa (1842 †1924, hijo de Bartolomeo Alloa [1803 †1876] y Margherita Vittoria Viroglio [1808]), la de Giuseppe Alloa (1846 †1903, hijo de los mencionados Bartolomeo Alloa y Margherita Vittoria Viroglio) y la de Giovanni Battista Bernero (1833, hijo de Lucia Maria Alloa [1805] y Carlo Bernero [1804]).

Para ver las descendencias de Giovanni Domenico Alloa (n. 1842), Giuseppe Alloa (n. 1846) y Lucia Maria Alloa in Bernero (n. 1805), véanse en el presente árbol en línea: Giovanni Domenico.0 Alloa, Giuseppe-2 Alloa y Lucia Maria.1 Alloa.

A partir de 1878-79, aproximadamente, muchas personas, acuciadas por la grave situación económica y laboral que pesa sobre todo el Piamonte, comienzan a abandonar sus pueblos y ciudades natales, en busca de nuevos horizontes y mejores condiciones de vida para sus familias. Unos emigran hacia otras ciudades de la misma región o de otras regiones de la península, en la llamada emigración interna; otros se dirigen a otros países europeos, principalmente Francia ; otros dejan la vieja Europa para dirigirse hacia otros continentes. Entre los miembros de la familia Alloa de Vigone se dan ambos tipos de desplazamientos. En el período comprendido entre 1879 y 1903 se producen cuatro alejamientos.

Alrededor de 1879, Bartolomeo Sebastiano Alloa (1837), su esposa Ottavia Rosso (1835) y sus diez hijos, de entre uno y trece años, emigran hacia Ruffia, en la vecina Provincia de Cuneo. A ellos nos referiremos en § Los Alloa de Ruffia.

En 1882 parten para la Argentina desde el puerto de Burdeos, Francia: Giovanni Vittorio (o Vincenzo) Alloa (1833 † 1899), su esposa Maria Rosa Molineris (1838 † 1912) y seis hijos: Bartolomeo (1859 1923), Michele Antonio (1869 † 1932), Maria Margherita (1865 † 1923), Domenico (1868 † 1941), Giuseppe (1871 † 1924) y Giovanna (1878 † 1941). Giovanni Vincenzo y Maria Rosa habían traído al mundo otros tres hijos: Michele Domenico (1863), Rosa Bernardina (1874) y Teresa Giovanna (1877), fallecidos en 1964, 1876 y 1877 respectivamente. De este primer Alloa que pisó suelo argentino, como de su mujer y sus hijos, nos ocuparemos más adelante, en § Los Alloa de la Argentina.

En el período comprendido entre 1891 y 1900, el Cav. Bartolomeo Alloa (n. 1838, hijo de Giacomo Alloa y Caterina Mattalia), su esposa Serafina Sarasino, oriunda de Vinovo, y cinco de sus nueve hijos (Anna Maria, Teresa, Angela, Giulio Cesare y Giovanna) se trasladan a Coazze, Provincia de Turín. De la descendencia de Bartolomeo, autor del púlpito de la Iglesia Santa Maria del Borgo, y su mujer Serafina nos ocuparemos en § Los Alloa de Coazze.

Entre 1896 y 1904 abandonan Vigone, para radicarse en Narzole y Osasco, Pietro Alloa (1845), su mujer Anna Maria Negro (1843) y todos sus hijos: Giuseppe Antonio, Domenica, Bernardo, Francesco, Lucia, Bartolomeo y Maddalena. El mayor de ellos, Giuseppe Antonio (1871), con su mujer Maria Irene Boiero (n. 1878, hija de Giovanni Battista y Margherita Gioannini) se radica en Narzole (Provincia de Cuneo), donde el 25 de febrero de 1905 nace su hijo Pietro Bartolomeo Alloa. Éste se casará el 20 de septiembre de 1941 con Maria Mattio en Aix-en-Provence, Francia. El resto de la familia, padres y demás hijos, se afincan en Osasco (Provincia de Turín), donde con los casamientos de los hijos se produce una nueva dispersión.

En 1895, Domenica Alloa (1875 †1954), hija de los mencionados Pietro Alloa y Anna Maria Negro, tras casarse con Bartolomeo Bosio, se afinca en Pinerolo, ciudad natal de su esposo, donde nacen sus cinco hijos : Anna, Maddalena, Tommaso, Virginio y Pietro Bosio. El tercero de ellos emigra a los Estados Unidos de América, donde muere († 1967, San Bernardino, California). Sus restos mortales son repatriados a Italia y descansan, al igual que los de sus padres y hermanos, en el cementerio de Pinerolo.

En 1903, Giovanni Bartolomeo Alloa (1873 †1943), hijo de Giovanni Domenico Alloa y Caterina Dellacroce, presta juramento como encargado suplente del servicio Poste, Telegrafi, Telefoni de Vigone.

En 1905, Bernardo Alloa (n. 1879, cuarto de los hijos de Pietro Alloa y Anna Maria Negro) se casa con Marianna Tibaldo, oriunda de Macello, y con ella se establece en Bricherasio (Provincia de Turín), donde vienen al mundo seis hijos: Maddalena, Maria, Pietro, Domenico, Margherita y Luigi.

En 1907, Francesco Alloa (n. 1881, quinto hijo de Pietro Alloa y Anna Maria Negro) se casa con Maria Garigliet-Brachet, nativa de Corio, con quien tiene una hija : Maddalena Anna Alloa, nacida en Pinerolo el 17 de junio de 1910. Esta última emigra a los Estados Unidos de América, donde se casa en 1933 con Antonio Smiderle, inmigrante italiano. A esta familia nos referiremos más adelante, en § Los Alloa de los Estados Unidos.

Entre 1907 y 1913, Lucia Alloa (n. ca 1883, sexta hija de Pietro Alloa y Anna Maria Negro) se casa con Francesco Stuardo, con quien tiene dos hijos: Francesco y Maddalena Stuardo. Esta última se casará con Mauro Marotta.

En 1913, Bartolomeo Alloa (n. 1888, séptimo hijo de Pietro Alloa y Anna Maria Negro) se casa en Pinerolo con Maddalena Bocco (1889 † 1971), y con ella se radica en Cavour (Frazione Gemerello), donde nacen tres hijos: Maddalena (1914 † 1931), Margherita (1915 † 1998) y Pietro (1920 † 2003). La primera muere en plena adolescencia, la segunda no deja descendencia y el tercero, Pietro, se casa en ca 1948 con Domenica Rossetti (1922 † 1979), con quien tiene tres hijos : Elide (1949), Pierfranco (1952) y Nellise (1954). Elide se casa con Mario Martore, oriundo de Volpiano, con quien tiene dos hijos : Elisa (1978, casada con Mirko Scardaci y madre de Greta Scardaci [2006]) y Davide (1982), ambos nacidos en Pinerolo. Pierfranco se casa con Gerda Thywissen, de nacionalidad alemana, y sus hijos son Emanuele y Lilly. Nellise se casa con Martin Solly (1953), de nacionalidad británica, con quien tiene dos hijas: Emily (1986) y Alys (1989), ambas nacidas en Turín.

Por último, Maddalena Alloa (n. 1895, última de los hijos de Pietro Alloa y Anna Maria Negro) se casa ca 1925 con Giuseppe Favero (1900 † 1964), con quien tiene una hija: Maria Favero.

Veáse asimismo § Los Alloa de Osasco, Bricherasio, Cavour y Pinerolo.

Hugo Alloa - Con el correr de las generaciones, Córdoba, 2008



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