lunes, 3 de abril de 2017

Efemérides familiares - Magdalena Alloa


Magdalena Alloa (1910 - 1994)

Hoy, 4 de abril, se cumplen veintitrés años de la muerte de mi querida tía Magdalena.

Guardo recuerdos de ella desde mi infancia, cuando mis padres, mi hermana y yo íbamos a visitarla a su casa de calle Roma. Sin embargo, los momentos compartidos con ella que conservo con mayor nitidez datan de mi época de estudiante en Córdoba. Los domingos, con cierta frecuencia, solía invitarme a almorzar. Desde que llegaba a su casa, donde era recibido con una hermosa sonrisa, comenzaban interminables conversaciones y relatos que continuaban durante la comida y se prolongaban hasta la sobremesa e incluso hasta las horas de la siesta, en las que nos quedábamos a solas. Después de interesarse por mis estudios y mis viajes, sus palabras nos transportaban, no sin cierta velada nostalgia en su rostro, a Santa Fe, su entrañable provincia natal.

Gracias a los relatos de mi tía Magdalena, pude retocar en mi mente unos "retratos" bastante imprecisos de mis abuelos paternos Domingo y Margarita, a quienes yo no había podido conocer pues habían muerto, él varios años antes de que yo naciera, y ella, quince días después de mi llegada al mundo.

Por haber nacido en 1910, en un momento por decir así equidistante entre 1897, año en que había nacido el primero de los seis hermanos que le precedían, y 1919, en que había llegado el último de los tres que le seguían, Magdalena ocupaba un sitio privilegiado desde el que los miraba a todos con ecuanimidad. Para ella, ni los mayores, por ser tales y además varones, eran los más listos e inteligentes, ni los menores, por haber llegado tarde en el orden de aparición, eran los ingenuos y tontos. Entre los tres varones mayores y ella estaban sus hermanas María Cecilia, Juana y Margarita, con las que había compartido las vivencias propias de la niñez y la adolescencia y a las que la unía un fuerte vínculo afectivo.

En este especial aniversario, vaya hacia vos, querida tía Magdalena, mi profundo afecto, que el tiempo no ha alterado, y toda mi gratitud.

Hugo
4 de abril de 2017