miércoles, 13 de enero de 2016

DENUNCIA

Estimados seguidores de este blog:

Hace tres años, quizá algunos de ustedes lo recuerde, una secretaria del Ministerio de Educación de la Provincia de Santa Fe (ver aquí), se apropió de una entrada completa de mi blog para presentarla como suya en un programa educativo para estudiantes secundarios de la ciudad de Esperanza. Tras haber escrito a esta persona pidiendo explicación por tal inescrupuloso procedimiento y no habiendo recibido respuesta alguna de su parte, me vi en la obligación de denunciarla ante Google, lo cual motivó la anulación inmediata de la página en cuestión.

Hace una semana, descubrí en

http://oratorioverboredentor.blogspot.com.ar/2015/06/las-pascuas-piamontesas.html?showComment=1452542847121#c457544192750790064

una reproducción literal de la entrada "Les Vaudois (Résumé de l'Histoire de l'Église Vaudoise)".

Lo que nuevamente me sorprendió al ver esta página es que su autor es teólogo, presbítero y rector del Oratorio "Verbo Redentor" de la Iglesia Católica Anglicana de Argentina, con sede en Buenos Aires. Aclaro que a diferencia de lo sucedido con el Ministerio de Educación de Santa Fe, esta persona consignó al final del texto la URL de la entrada de mi blog, cuyo contenido había copiado en forma integral. Encontré esta "deferencia" totalmente insatisfactoria, ya que lo consagrado éticamente en todo tipo de publicaciones es por una parte, que se reproduzcan en forma de cita ciertos fragmentos, entrecomillados, de obras de otros autores, y, por otra parte, que al hacer referencia a tal o cual escrito, lo que debe hacer el enlace que se inserta es permitir el acceso a la totalidad de la página original. En este caso, ni una cosa ni la otra... ya que el texto integral de mi blog ya se encontraba copiado en la página de "Verbo Redentor".

Escribí al rector del mencionado oratorio exigiendo una explicación y la supresión inmediata de la publicación. Dos días después, la página, como ustedes podrán comprobar cliqueando la dirección transcrita arriba, desapareció, pero sin que el prelado de marras se dignara a responder.

Cosas veredes, Sancho...