miércoles, 14 de mayo de 2014

Paseo por las Langhe - II


Alta Langa (en rojo)

El recorrido de hoy nos llevará por la Alta Langa de la Provincia de Cuneo, a la que nos referimos en el paseo anterior. Así como la Bassa Langa abarca partes de las provincias de Cuneo y Asti, del mismo modo la subregión que nos ocupa hoy también se extiende, como es dado observar en el mapa ut supra, en la parte meridional de la provincia de Asti y en suroeste de la provincia de Alessandria.   

En el contexto geográfico y antropológico del Piamonte, la Alta Langa se presenta como una frontera a la vez que como un lugar de encuentro. Constituye, en efecto, una frontera desde el punto de vista de la naturaleza y sus paisajes: las mismas colinas, a comienzos de la primavera, pueden presentar un aspecto invernal en las laderas orientadas hacia el noreste, mientras que en las laderas expuestas hacia el suroeste ya se asiste al triunfal florecimiento de las ratamas y los árboles frutales. El relieve y la aridez de la Alta Langa, contrapuestos con los de la llanura y las colinas de la Bassa Langa, han llevado al hombre a desarrollar otras estrategias de supervivencia como la cría de ovejas, la henificación y la explotación del avellano. La Alta Langa es asimismo un lugar de encuentro climático entre las frías corrientes de aire que soplan desde los Alpes y las suaves brisas que suben desde el mar; y un lugar de encuentro cultural, a la vez que frontera antropológica, en el que las hablas y acentos ligures se funden con los piamonteses, dando lugar a variedades lingüísticas particulares.     

El recorrido de hoy comienza en Cortemilia. El casco antiguo de esta milenaria ciudad, llamada Cohors Aemilia por los romanos, es dividido en dos partes por el río Bormida: el burgo de San Pantaleo y el burgo de San Michele, unidos por una pasarela de hierro a la que los lugareños llaman la pontina. Resultan de sumo interés artístico la torre cilíndrica del 1200, rodeada por las ruinas del castillo de la familia Aleramici, el ex convento de los frailes menores, construido por San Francisco tras su paso por aquí en 1213, y la Confraternita della Santissima Trinità con sus ricas pinturas murales. En las cercanías de la ciudad, podemos admirar la hermosa iglesia románica de Pieve di Santa Maria Cortemilia, con sus preciosos bajorrelieves interiores. También podemos visitar Castel Martino, encantadora finca rural dedicada al agriturismo. El producto de mayor prestigio de Cortemilia es la nocciola tonda (esp.: avellana redonda), a la que se dedica cada año una celebración.

Cortemilia - Puente sobre el Bormida
Soportales - Borgo San Michele
Cappella dei Frati Minori
Pieve di Santa Maria Cortemilia 
Abside della Pieve di S. Maria Cortemilia
Bajorrelieve interior (La Vergine con santi e monaci)
Agriturismo Castel Martino
Nocciole tonde
Ahora nos dirigimos hacia el sur y a poca distancia de Cortemilia aparece ante nosotros Bergolo, el municipio más pequeño de la Provincia de Cuneo. Los primeros documentos en que se hace referencia a Bergolo datan del siglo XI, cuando fue anexado al territorio del marqués Bonifacio del Vasto. Los herederos del mencionado marqués lo poseyeron hasta 1184, cuando, tras la muerte del marqués de Ceva y Cortemilia Bonifacio Minore, Bergolo pasó a manos de los marqueses de Savona y de los poderosos Del Carretto. En 1209, el marqués Ottone lo donó al municipio de Asti, pero poco tiempo después volvió a integrar las posesiones de los del Vasto. En 1322, Manfredo II de Saluzzo lo cedió al marqués Manfredo IV. Finalmente, en 1532, Bergolo fue integrado definitivamente al ducado de Saboya. A través de las callejas, llegamos a la iglesia Natività della Vergine, construida en 1632 y en cuyo interior se conserva una "Madonna col Bambino, Sant'Anonio e San Sebastiano martire", de pintor anónimo. La cappella cimiteriale di San Sebastiano, de estilo románico, data del siglo XII. En las afueras de Bergolo, podemos visitar el sugestivo burgo medieval de Borgata Bergamaschi.

Chiesa Natività della Vergine - Bergolo
Birocci da passeggiata
Cappella cimiteriale di San Sebastiano
Borgata Bergamaschi

Colinas cultivadas - Bergolo
Seguimos nuestro itinerario hacia el sur y nos encontramos con Levice. Este diminuto burgo medieval fue feudo de los marqueses de Savona, quienes lo cedieron luego a la famila Del Carretto. En el siglo XVI, fue propiedad de la familia Scarampi de Asti. En 1736, pasó definitivamente a integrar los dominios de la casa de Saboya. Si bien no se conservan monumentos relevantes del pasado, merece ser visitada la iglesia barroca de Sant'Antonio Abate, como asimismo la iglesia San Rocco, por los antiguos frescos de su ábside. 


Parrocchia di Sant'Antonio
Fresco - Chiesa San Rocco
Dejamos atrás Levice y las plantaciones de avellanos. La carretera que lleva hacia el sur se interna en medio de espesos bosques. Al horizonte, vemos delinearse la silueta de Prunetto. Este pequeño municipio se levanta en la orilla derecha del río Bormida, al pie de una antigua fortaleza construida por los Del Carretto entre los siglos XII y XIII: el castillo de Prunetto. En el siglo XVI, los Del Carretto cedieron el lugar a los Scarampi di Pruney, pero el feudo permaneció independiente y bajo la tutela imperial hasta pasar, en 1735, a los dominios de los Saboya. En las inmediaciones del castillo, se encuentra la iglesia del Santuario della Madonna del Carmine, edificada por los Scarampi en el siglo XIV. En su interior, podemos apreciar los frescos del pintor Segurano Cigna, que datan de 1478.  

Castillo y santuario
Castillo de Prunetto
Santuario della Madonna del Carmine
Virtù (de Segurano Cigna)   
Tentazioni di Sant'Antonio (de Segurano Cigna)
En el camino que nos lleva, en dirección suroeste, de Prunetto a Mombarcaro, nos detenemos un momento en Monesiglio, pequeño municipio donde se levanta el imponente castillo de los Caldera, construido en 1221 por el marqués de Aleramo y restaurado en el siglo XVII, en estilo gótico tardío, por los Caldera. Aquí, podemos visitar la Cappella Marchionale del Castello y admirar los frescos Antonio Ocello da Ceva. En la sala degli stemmi de la planta alta, podemos apreciar los blasones de las familias con las que los Caldera se vincularon a través del tiempo. En las afueras de Monnesiglio, nos detenemos un momento para apreciar la pequeña iglesia románica de Pieve di Santa Maria dell'Acqua Dolce.

Castillo de los condes Caldera
Escalera de acceso al castillo
Fresco de la capilla del castillo
Sala degli stemmi
Pieve di Santa Maria dell'Acqua Dolce
Ahora, tomamos por la carretera que nos conduce a Mombarcaro, situada en el punto más elevado de las Langhe. Este pequeño municipio, denominado vetta delle Langhe (esp.: cumbre de las Langhe), se encuentra a 896 metros sobre el nivel del mar. En los días más límpidos, especialmente después de que ha soplado el maestrale (esp.: viento del noroeste), es posible ver, desde el mirador, el típico resplandor del mar acariciado por el sol. De ahí el nombre originario del pueblo: mons barcaro, o sea el monte de los barcos. En las inmediaciones de Mombarcaro, podemos apreciar la capilla San Rocco del siglo XIII.




San Rocco - Mombarcaro
Partiendo de Mombarcaro, recorremos la orilla derecha del río Belbo, donde descubrimos pequeños pueblos encantadores como Niella Belbo, Feisoglio y Cravanzana. También podemos visitar San Benedetto Belbo, en la margen izquierda del mismo río.

Capilla - camino hacia Niella Belbo
Niella Belbo
Feisoglio
Parrocchiale di Feisoglio
Castillo de Feisoglio
San Benedetto Belbo
Nuestra próxima etapa es el pequeño municipio de Murazzano. En el casco histórico de esa localidad, surcado por estrechas callejuelas, se yergue una torre, de planta cuadrada, que según cuenta la tradición, habría sido construida en los tiempos de las incursiones sarracenas. Entre las obras arquitectónicas de Murazzano, además de la torre y las antiguas puertas Bullaria, Buzzignano, Arezza y Frigida, destacan: la iglesia parroquial de San Lorenzo, ya conocida en 1403, cuyo interior fue decorado por el pintor Luigi Harteman di Chiavenna, el Santuario della Beata Vergine di Hal, erigido a mediados del siglo XVII, y el Palazzo Tovegni, construido a comienzos del siglo XIX. Murazzano da su nombre al famoso queso local.  

Murazzano
Torre di Murazzano
Parrocchiale di San lorenzo
Palazzo Tovegni
Quesos y vino - especialidades de Murazzano
Desde Murazzano, nos dirigimos hacia el norte por la "pedaggera"* y llegamos a Bossolasco, conocido como "il paese delle rose" (esp.: pueblo de las rosas) o "la Perla delle Langhe". Según el historiador padre Pio Giovanni Battista, habría surgido en el año 173 a.C., año de la expedición del cónsul romano Mario Pompilio contra los ligures que habitaban las Langhe. Sufrió sucesivamente la ocupación y dominación de los romanos y los bárbaros. En la época medieval, el feudo fue disputado por los marqueses de Monferrato y de Del Carretto. Bajo el imperio napoleónico, se convirtió en dominio francés, y en 1815, pasó al reino de Piamonte y Cerdeña. Bossolasco se encuentra rodeado de pinares, castañedas y prados verdes. En el corazón de la ciudad, se levantan la iglesia parroquial San Giovanni Battista, reconstruida en 1826 en un estilo inspirado en el gótico lombardo, el campanario del siglo XV y el castillo de los Balestrino, palacio señorial, con su majestuoso ingreso, su escalinata de honor y sus amplios y fastuosos salones.    





Parrocchiale di San Giovanni Battista
Interior de San Giovanni Battista
Castello dei Balestrino
Municipio di Bossolasco
Seguimos nuestro recorrido por la pedaggera y más adelante, nos encontramos con Serravalle Langhe. El asentamiento originario surgió en la época romana y formó parte del condado de Alba. En el siglo XI, el feudo de Serravalle fue feudo de los marqueses de Saluzzo y posteriomente, de los Del Carretto. En 1735, bajo Carlos Manuel III, pasó a integrar los dominios de los Saboya. Su estructura urbana se articula en torno al conjunto arquitectónico de la iglesia parroquial Maria Vergine Assunta y el palazzo marchionale  (esp.: palacio de los marqueses). Es digno de mención el Oratorio de San Michele, cuyas pinturas a fresco datan de la segunda mitad del siglo XV.  


Piazza Ravina, Municipio (Palazzo Marchionale) e Maria Vergine Assunta
Oratorio di San Michele
Interior del Oratorio di San Michele
Frescos del Oratorio di San Michele
Viñedos y plantaciones de árboles frutales
En nuestro viaje de regreso hacia el norte, hacemos un pequeño desvío a la derecha para visitar tres pequeños pueblos sumamente pintorescos. El primero de ellos es Cerretto Langhe, que perteneció sucesivamente a los Carretto di Gorzegno, a los marqueses de Susa, a Bonifacio di Savona, al marqués de Ceva e Cortemilia y, finalmente, a la familia Cerretto. En el centro del antiguo burgo se yergue la iglesia de Sant'Andrea del siglo XIII. En las inmediaciones del pueblo, podemos visitar el Santuario della Madonna di Loreto della Cerretta, construido a fines del siglo XVI.

Cerretto Langhe
Santuario Madonna di Loreto della Cerretta
El segundo pueblo es Cravanzana. Este pequeño municipio se levanta en la cima de una colina, alrededor del castillo homónimo, rodeado de murallas. Construido a comienzos del siglo XII por los Del Carreto, el castillo de Cravanzana dominaba el territorio comprendido entre el Belbo y el Bormida, lugar de intenso tránsito entre los puertos de la Liguria y la llanura piamontesa. Entre las obras arquitectónicas que engalan Cravanzan se cuentan: la Chiesa Parrocchiale dei Santi Pietro y Vitale, construida a comienzos del siglo XVII, y la Confraternita dei Disciplinati o dei Battuti, erigida en 1751 y dedidcada a la Concepción de la Santa Virgen María.    


Cravanzana
Castello di Cravanzana
Parrocchiale dei Santi Pietro e Vitale
Confraternita dei Disciplinati o dei Battuti
El tercer pueblo es Arguello, antiguo feudo medieval de los marqueses de Cortemilia, de la familia Del Carretto, de la ciudad de Alba. En el siglo XIII, pasó a manos de los marqueses de Monferrato. Finalmente, a comienzos del siglo XVIII, se integró a los dominios de la casa de Saboya. Entre las obras arquitectónicas de Arguello destacan la chiesa Parrocchiale degli Angeli Custodi y la chiesa di San Frontiniano.


Parrocchiale degli Angeli Custodi
Chiesa di San Frontiniano
Al volver a la carretera principal, nuestra próxima etapa es Albaretto della Torre, antiguo asentamiento de la época de los romanos. En la Edad media, fue parte del dominio de los Valperga. El actual municipio se encuentra en la cima de una colina en cuyo centro se levantan la Torre di Albaretto, único vestigio de la antigua fortificación construida en el siglo XIII, y la chiesa Parrocchiale di San Sebastiano.  


Campanario y torre - Albaretto
Albaretto vista desde el campanario de la iglesia
Chiesa Parrocchiale di San Sebastiano

Dejamos a nuestras espaldas Albaretto della Torre y nos dirigimos a Lequio Berria. En la Edad media, estando el municipio bajo el dominio de los marqueses de Savona, existía un castillo que fue derribado por los habitantes en 1173. Ottone Del Carretto vendió el feudo al marqués Manfredo de Saluzzo, cuyo descendiente Manfredo IV lo asignó a su hermano Giovanni, señor de Dogliani. Éste lo legó a su hijo Goffredo, de quien descienden los señores de Lequio. Posteriormente, el dominio de los Lequio fue divididi entre las dos ramas familiares. Tras la extinción de los Lequio, el feudo pasó a manos de Michele Antonio signore della Manta. En el centro histórico, podemos visitar la iglesia parroquial y en las afueras del pueblo, el Santuario della Madonna della Neve, con frescos del siglo XV.



Parrocchiale - Lequio Berria
Santuario Madonna della Neve - Lequio Berria
Casa rural - Lequio Berria
Desde Lequio Berria, nos dirigimos hacia el noreste, a Borgomale. Cuenta una leyenda que el nombre de este antiguo pueblo se origina en la vida de la joven Nella, vecina de Cortemilia, quien fue encerrada en el castillo de Borgomale por no conceder sus favores al ricachón local Lionello. Así pues, a pesar de su aspecto acogedor, el pueblo fue llamado el "borgo del male" (esp.: burgo de la desgracia), expresión de la que deriva su actual nombre. Borgomale fue originariamente posesión de la Iglesia. En 1142, en la división de los marqueses Aleramici del Vasto, pasó a los marqueses de Ceva y Cortemilia y luego a los Del Carretto, quienes fueron despojados de Borgomale por el marqués de Saluzzo. Éstos, a su vez, lo perdieron a favor de los marqueses de Monferrato. Con el Tratado de Cherasco, Borgomale fue anexado al ducado de Saboya.    chiesa Parrocchiale di Sant'Eusebio





Hemos llegado a la última etapa de nuestro recorrido: Benevello. Los orígenes de este pequeño pueblo se remontan al siglo XII. Entre los edificios que merecen nuestra visita están la chiesa Parrocchiale dei Santi Secondo e Pietro in Vincoli, situada en la cima de la colina, donde se encuentra la mayor parte del municipio, y el Castello di Benevello, construido en 1100, actual propiedad de las Suore Minime di Nostra Signora del Suffragio. Muchos de los campos de los alrededores de Benevello están destinados al cultivo de la frutilla (it.: fragola).

Benevello
Suore Minime di N.S. del Suffragio - Benevello
Chiesa dei Santi Secondo e Pietro in Vincoli




* Término italiano derivado de pedaggio, que rememora el peaje que se cobraba a quienes, entre el mar y la llanura del Po, transitaban por las colinas de las Langhe con sus cargamentos de mercancías.

Bibliografía

Gustavo Straforello, La Patria. Geografia dell'Italia. Provincia di Cuneo, volume I. Torino 1891.